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SAT para estudiar en USA

¿Necesito el SAT para estudiar en USA?

7 March 2025

Mitos y verdades acerca del examen que (muy probablemente) tendrás que tomar si quieres estudiar en USA

by Celeste Moreno Palmero

Hace unos días estaba hablando con una familia que se mostraba bastante pesimista respecto a las probabilidades de su hijo de acceder a una universidad estadounidense si no sacaba un buen SAT. El pobre chico—que se examina este sábado en la primera ronda de SATs de la temporada—estaba un poco nervioso y sentí que probablemente la información que le había llegado era parcial y no del todo correcta. Eso nos lleva a la pregunta: ¿Necesito el SAT para estudiar en USA?

Intenté explicarle que sí, para entrar en MIT—dónde el SAT es uno de los requisitos—se necesita tener al menos un 1550 para tener alguna remota posibilidad de entrar. Eso y haber construido un reactor de fisión nuclear en tu casa (ah, no, espera igual no entras incluso así), haber sido un olímpico (esto gusta en MIT o Stanford, by the way) o haber montado una startup que se vendió por un par de millones. Además de saber hacer el pino-puente mientras recitas un poema de Wordsworth al revés.

Bromas aparte, efectivamente, las universidades más competitivas de USA son inaccesibles por muchas razones—y siendo internacional, más todavía—pero, por alguna razón, se suele, erróneamente señalar al SAT como el baremo a tener en cuenta para valorar si se es un buen candidato o no. Nada más lejos de la realidad, de hecho, puedo confirmar que muchos brillantes aspirantes ivyligueños con casi perfectos SAT se quedaron fuera. Así que no, querido amigo, las probabilidades de entrar en una universidad en USA no tienen que estar únicamente relacionadas con esos 1600 puntos a los que puedes aspirar con tu SAT.

De hecho, aunque la tendencia está cambiando tímidamente, hay más de un 80% de universidades estadounidenses en las que estos tests son opcionales, es decir, si quieres puedes mandarlos y si no, no. Es más, del 20% restante—entre las que encontramos a varias top, aunque no todas: MIT, Harvard, UPenn—, algunas de ellas aceptan IB scores como sustitutos de estos tests.

Sin embargo, querido amigo—le decía yo al muchacho—eso no significa que no tengas que tomar el SAT. Muy al contrario, te animamos a que lo tomes, una, dos, e incluso hasta tres veces (nuestra experiencia es que después del tercero ya no se mejora mucho, la segunda vez suele ser la mejor). Pero que lo hagas relajado, usando tu nota como una estrategia más que como un deal-breaker. Para nosotros, el SAT es un compás que ayuda a los estudiantes a saber navegar y seleccionar las mejores universidades para ellos. Esos cuatro dígitos son un elemento que se tiene que interpretar a la luz de los objetivos y expectativas de cada uno de los aplicantes y en lugar de entenderlos como la llave a una universidad top (no lo es) o el final de la carretera al sueño americano (no lo es), hay que tomarlo con un “grain of salt”, ser estratégico al respecto, y—sobre todo—realista: el SAT es un indicador de quién eres tú como estudiante dentro del contexto universitario de Estados Unidos. El rigor y la dificultad de los cursos está siempre, de alguna manera, ligado a ese número SAT, que no es uno que las universidades imponen, sino la media de SAT que sus estudiantes tienen. Así en MIT la media de SAT está en torno al 1550, significando esto que el rigor estará ajustado a estudiantes que pueden desempeñar su trabajo exitosamente en ese contexto. Por el contrario, en otro tipo de universidades, como la mayoría de las públicas, ese número es más bajo como media ya que habrá estudiantes en un espectro más variado de esa nota. Algunos tendrán 1500, pero otros 1100, y eso te ayudará a poder encajar mejor, sea buscando los cursos más rigurosos o aquellos en los que te sientes más cómodo. Si decides ir a una universidad dónde la media es 1350 y tú has sacado 1450, es probable que destaques e incluso consigas más becas si envías tu SAT. Es decir, el SAT, si lo sabes utilizar, es una ventaja independientemente de la nota que saques.

El chico abría los ojos según se lo estaba contando y se podía percibir el alivio de haberse quitado un peso de encima. Figúrate, en las universidades de California, ni siquiera está permitido enviar el SAT, así que a las malas, pides solo allí, añadí.

El mito del SAT alto, es sólo eso, un mito. Conseguirlo es fantástico, pero no te abrirá automáticamente las puertas de esos ansiados paraísos de los rankings. Sin embargo, una gran verdad a tener siempre en cuenta es que la variedad de universidades a las que puedes optar con un SAT medio (entre 1250-1350) es larga y bien nutrida. Algunos de nuestros favoritos son Allegheny College, Bucknell University, Chapman University, Connecticut College, Embry-Riddle Aeronautical University, George Mason University, Indiana University, Purdue University, San Diego State University, Savannah College of Art and Design, Penn State University, UC Boulder o Ursinus College entre otros muchos.

Desgraciadamente, es posible que en Europa todavía no se conozca lo suficiente estas fantásticas instituciones y ¡para eso estamos nosotros aquí!

En resumidas cuentas, ¿necesito el SAT para estudiar en USA? Si quieres estudiar una carrera en USA, te conviene tomar el SAT, sí, sobre todo porque si sacas una buena nota, será una baza más con la que “jugar” a la hora de trazar una buena estrategia de solicitud; sin embargo, si tu número no es estratosférico, no te preocupes, al final de día, el SAT es sólo eso, un número.